Esa frase tan extendida…, ¿una simple expresión?, pues he de decir, que no, que no es una simple expresión, la incontinencia de orina, es un problema muy generalizado desde el inicio de los tiempos. La creencia errónea de que este problema es sólo cuestión de ser una persona mayor, hace que no le demos la importancia que tiene.

Hay diversas causas por las que nuestra orina puede “escaparse”, sin nuestro beneplácito. La incontinencia urinaria puede ser de varios tipos, la más extendida, es la incontinencia urinaria de esfuerzo (I.U.E.), que es la pérdida involuntaria de orina cuando aumenta la presión abdominal en distintas circunstancias. A continuación te enumero de menor a mayor presión cuales pueden ser estas circunstancias: caminar deprisa, gritar, llevar ropa demasiado ajustada, ejercicios abdominales, soplar con fuerza, reír fuertemente, correr, saltar, toser, vomitar, estornudar.

Todas estas actividades, pertenecen al normal desarrollo de nuestro día a día, con lo que, quien más o quien menos, las realiza a lo largo de toda su vida. Lo cual nos lleva a pensar en el desconocimiento y la falta de importancia que le damos a nuestra musculatura del suelo pélvico, es la causante de la I.U.E. Desde niños, nos hablan de los músculos que forman nuestras piernas, nuestros brazos, incluso nuestro abdomen…, pero a ningún niñ@, le habla nadie de los músculos de su suelo pélvico. Muchos de estos niñ@s, tienen ya I.U.E. en edades tempranas por una falta de conciencia corporal, ya que nadie les explica que aunque no se ven, la musculatura de su suelo pélvico está soportando todas las presiones de sus saltos, sus carreras, sus estornudos, etc…

Hay que tener especial cuidado con los niñ@s que se dedican a saltar en camas elásticas de forma continuada, realizan deportes de impacto, retienen largo tiempo la orina en la vejiga, etc…, deberíamos evaluar si todas esas presiones sobre su suelo pélvico, de forma continuada y descontrolada, están afectando o afectarán en un futuro a sus pérdidas de orina.

Un solo post nos ocuparía la incontinencia que se produce después de un embarazo y posterior parto. Hay que hacer gran hincapié en que la prevención es la mejor de las medicinas. Una mujer que tiene conciencia de la musculatura de su suelo pélvico antes de un embarazo tiene muchas más posibilidades de recuperar la funcionalidad de todas sus partes, mucho antes que una que no la tenga. El trabajo específico de suelo pélvico, antes, durante y después del parto, con un profesional especialista, es una garantía de una recuperación mucho más rápida y efectiva.

Son muchas las mamás que llegan a contarme que después del parto, son incapaces de controlar la micción, algunas sólo en el esfuerzo voluntario, y otras muchas sin un esfuerzo propiamente dicho. También he de decir, que muchas de ellas, ya tenían un problema de incontinencia antes del parto, no tan grave, pero si precedente a sostener un ser humano dentro de su cuerpo durante 40 semanas.

No podemos olvidar, que los hombres, también tienen perdidas de orina, y que su musculatura pélvica, aunque estructuralmente diferente a la de la mujer, también existe y tiene sus patologías. En el caso de los hombres, es aún más tabú el hablar de su suelo pélvico, puesto que algunos, directamente ignoran su existencia.

Otra de las incontinencias que nos encontramos, es la debida a la inestabilidad de la vejiga. La micción, es un acto involuntario, reflejo, que hace que haya una contracción en el músculo de la vejiga, se inicia con una sensación de necesitar orinar, que aparece cuando el contenido de la vejiga llega a un cierto volumen, en un adulto unos 200cc, es entonces cuando aparece la primera sensación, y cuando el volumen alcanza unos 400/500cc, ya la sensación cambia a urgencia.

Cuando la sensación de deseo urgente aparece con la vejiga a un volumen de 150/200cc, con una sensación incluso dolorosa, es porque la vejiga, puede que se contraiga demasiado rápido, y puede ocasionar distintos desarreglos:

  • Si se contrae lo suficiente el esfínter estriado de la uretra, la continencia se asegura, pero la persona tiene muy a menudo la necesidad de ir a orinar, es la urgencia miccional.
  • Si no se contrae lo suficiente el esfínter estriado de la uretra, sólo se asegura la continencia en parte, con lo que tenemos las micciones imperiosas.
  • Si no se contrae el esfínter estriado de la uretra, tenemos las micciones involuntarias. Paradójicamente, podríamos pensar que este tipo de incontinencia sólo aparece en personas ancianas (más frecuente), pero también en personas jóvenes con un desarreglo del reflejo de micción.

Todos estos desarreglos, deberían de ser diagnosticados por un profesional médico.

Pero si retomamos la primera y más extendida de las incontinencias, la I.U.E., aunque nos resulte difícil aceptar que “hacerse pis”, no es algo normal, es algo habitual, y las dos cosas, no son lo mismo. Debemos de empezar a concienciarnos de la importancia que tiene la musculatura de nuestro suelo pélvico. Tal vez por vergüenza o por la creencia errónea de que es un problema que tiene todo el mundo, hace que mucha gente crea que no es un problema, hace que no se hable abiertamente de ello, pero como todo problema, ignorarlo no hace que desaparezca.

Es triste tener que escuchar que personas jóvenes han de ponerse compresas para pérdidas de orina, por no haber tenido un conocimiento previo de que su problema tenía una solución más fácil cuanto menos tiempo lo dejaran pasar. Los tabúes que existen sobre este tema, son tales, que hay quien prefiere ponerse esas compresas que acudir a un profesional que le ayude en ese tema, por miedo, o vergüenza. En mi amplia experiencia trabajando en el mundo del fitness y la salud, no son pocas las personas que me he encontrado que me han confesado llevar puesta una compresa para realizar, por ejemplo, una clase de baile…, el baile no está clasificado como una actividad de alto impacto, con lo que nos podemos hacer a la idea de lo extenso que es este problema en nuestra sociedad.

Los profesionales del entrenamiento y la salud, le damos especial importancia a este trabajo específico del suelo pélvico, mediante programas específicos y personales adaptados a cada uno de los casos que nos llegan. Como se suele decir, cada persona es un mundo, y cada caso de incontinencia, no tiene por qué ser igual que el anterior. Con el diagnostico de un fisioterapeuta especialista en suelo pélvico, nosotros ayudamos a las personas a readaptar su musculatura según la patología que sufra.

Pero como casi siempre, prevenir es mejor que curar, los profesionales de la salud y el deporte, nos encargamos de atajar el problema antes de que exista, y de recuperar en el caso de que el problema sea precedente.

El suelo pélvico es un conjunto muscular tan importante y complejo, que su trabajo debe de realizarse con un profesional de la salud y el deporte que nos asegure la correcta planificación del trabajo para que podamos sacar todos los beneficios de este entrenamiento.

En una nueva entrega de este apasionante tema, hablaremos de otras de las patologías que podemos sufrir tanto hombres como mujeres en nuestra zona del periné. La mayoría de ellas atajables si actuamos antes de que el problema ya exista.

Con todas estas reflexiones, lo único que pretendemos desde nuestra posición de proveedores de salud, es concienciar al mayor número de personas de que es un problema que se puede evitar, y de que es mucho más fácil prevenir que curar, aunque nos suene a frase de nuestros abuelos.